"Ya cambiará"

Vamos en el tercer mes del año y ya voy escuchando testimonios del deseo de construir castillos de amor y progreso basados en el “Ya cambiará”.

“Yo no me quejo de él como padre, ama a mi hija y se da tiempo para ella a pesar de estar separados como pareja, pero lo veo y me da pena porque no ha podido salir adelante, desde que lo conocí era demasiado conformista y yo siempre muy emprendedora trataba de buscar mejores oportunidades para el hogar pero él me decía que era ambiciosa y materialista, algunas veces creí que tenía razón pero también quería lo mejor para mi hija así que sola tuve que iniciar un negocio. Es que una a veces se cree super mujer y dice: Ya cambiará. Pero no, él no cambia hasta ahora.”

“Él siempre ha sido violento y celoso, me pegaba y controlaba pero pensé que iba a cambiar con el matrimonio y los hijos. Me involucré mucho en mi familia, me metí hasta en clases de costura para arreglar su uniforme de trabajo, limpiaba, cocinaba y lo complacía en todo. Pero él no paró. La violencia llegó a tal punto que mis hijas ahora le tienen miedo, después de cada pelea vuelve llorando a pedir perdón diciéndome que va a cambiar y ahora no se si darle otra oportunidad, ¿Las personas nunca cambian, no?”

Una persona cambia cuando es consciente de que se está equivocando, una persona no cambia solo porque se lo pides o porque estas a su disposición, o porque la tienes como prioridad.

Claro que podemos ser importantes para el proceso de “darse cuenta” de la negatividad del comportamiento de otro pero tampoco vamos a cargar un peso que no nos corresponde. Cuando queremos cambiar a una persona, es porque esta nos importa, porque tenemos algún tipo de relación con ella. Podemos acompañar en el proceso y quizás ser testigos de ese cambio pero siempre hay que tener muy claro que la persona debe tener motivación intrínseca para cambiar, tiene que venir de ella misma, tiene que tener suficiente voluntad para poner manos en el asunto.

¿Qué sucede cuando esta persona no quiere cambiar o no se esfuerza por cambiar?

El paso inicial es analizar cuál es la actitud o comportamiento que queremos que cambie y si ésta nos perjudica emocionalmente. A veces nos cegamos y necesitamos una opinión o consejo objetivo que nos permita saber cuál debe ser nuestro límite ante estas personas.

Los dos argumentos escritos anteriormente corresponden a mujeres mayores de 40 años, que han sacrificado gran parte de su vida por esperar cambios en sus parejas. Los contextos y casos son distintos pero en ambos hay dos mujeres que se decían a sí mismas y seguramente también a los demás: “Ya cambiará”.