Otro año para SER

Lo más importante de recibir el año nuevo no son los rituales, no son las celebraciones, no es lamentarse por los errores del año que se va, no es buscar explicaciones culpando a otros, no es organizar un viaje, no es estrenar un traje nuevo.

Lo más importante de recibir un año nuevo es valorar nuestras fortalezas y planear con ellas metas concretas para los siguientes meses, es asumir que tenemos nuevas 365 oportunidades para SER y que los que nos rodean nos dejen SER. Si reconocemos los aspectos en los que queremos mejorar empecemos a trabajar por ello pero sin esperar a que sea el primer día del primer mes, empecemos AHORA. Empieza a regalar perdón a quienes te lastimaron y también perdónate a ti mismo si es que te fallaste, empieza a valorar a tu familia, tu salud, tus amistades, tu pareja, tu empleo o el empeño que pones en conseguir uno si es que no lo tienes.

Identifica las experiencias cargadas de sabiduría que te llenaron de nuevos aprendizajes, lo bueno y de lo malo. Aquella meta que si cumpliste, aquella que no, las nuevas personas que conociste, las personas con las que ya no tienes más contacto… AGRADECE.

No te preocupes si no tienes planes para fin de año, no te acongojes si tu círculo cercano no te ha incluido en los suyos. Transita cada segundo de tu existencia disfrutando de ti mismo, del presente y agradeciendo, siempre agradeciendo.

Porque una actitud consciente debe acompañarnos siempre y no solo un 31 de diciembre ni un 01 de enero.

Paz.