El Peso de la Culpa
- Sophya Medina
- 31 mar 2018
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 10 sept 2018
Nunca nos sentimos tan esclavizados como cuando el sentimiento de culpa nos acecha, ¿Por qué lo hice?, ¿En qué estaba pensando?, ¿Por qué no me di cuenta?
Nadie se libra de haber experimentado esa amarga sensación en algún momento de su vida, autoreproches repetitivos se convierten en pensamientos casi obsesivos que nos impiden disfrutar el presente y enmendar los errores que ya hemos aceptado haber cometido.
No hay peor enemigo que uno mismo si estamos siendo pesimistas la mayor parte del tiempo. El inicio de un gran cambio se da cuando reconocemos nuestras equivocaciones. Si eres consciente que en alguna circunstancia no actuaste de acuerdo a tus valores y principios o no pudiste entregar lo mejor de ti, ¡Excelente!, lo más saludable es reivindicarte cuando atravieses por la misma situación actuando según creas correcto, demostrando que la experiencia anterior ha dejado una enseñanza en ti. Lo contrario a este ejemplo es malgastar tu presente cuestionándote por los errores del pasado teniendo como resultado angustia, ansiedad, mal humor y desconfianza en ti mismo; y cuando la vida te ponga en la misma circunstancia sólo sentirás incapacidad y ganas de huir. Luego de haber reconocido nuestro error es importante también analizar si hemos perjudicado o defraudado a alguien con nuestro comportamiento, si contamos con la buena disposición de esa persona es recomendable pedir disculpas y conversar abiertamente sobre el tema. El siguiente paso es reflexionar sobre tu actuar sin juzgarte, se autocompasivo, acepta tus debilidades y trabaja en ellas.
De ti dependen los cambios positivos y demostrarte a ti mismo que no eres perfecto pero si un ser único.
Comments