Cuando ames no exijas

"Ama como algo natural, tal y como respiras. Y cuando ames a alguien, no exijas; porque desde el principio mismo estarás cerrando las puertas. No tengas ninguna expectativa. Si algo aparece en tu camino, agradecelo. Si nada viene, no es necesario que venga; no lo necesitas"

Tenemos una idea del amor muy ficticia, en la que mientras más ofrezcamos, más recibiremos, en la que debemos ser complacientes sin llegar a sentir el verdadero placer de DAR.

Personas ocultando inseguridades, esforzándose por complacer y por seducir así sea sacrificando su esencia o llegando a comprometerse en exceso. Debemos saber que el deseo exagerado por quedar bien y mostrar una “mejor faceta” proviene de la necesidad de ser queridos. En estas situaciones la persona oculta su verdadero yo con tal de recibir atención y muestras de afecto, peor aún, cuando no satisface ese deseo de “ser amado” sufre al “no ser correspondido” como lo planeó y siente que debe esforzarse muchísimo más posteriormente. Para no caer en este ciclo repetitivo es importante hablar acerca de los límites y deseos en el momento oportuno, ¿Cuál?, durante el inicio de la relación sentimental.

Para ello se necesita reconocer y aceptar las propias necesidades para después ser transmitidas con facilidad al otro. Lo beneficioso es que se creará un espacio en el que el receptor también podrá ser auténtico y comparta sus necesidades de manera honesta y espontanea.

Se debe de empezar a trabajar duro por un amor no romántico, a desaprender que el sufrimiento es básico. Debemos aprender sobre el amor real, sobre la naturalidad de lo sencillo, a disfrutar el vivir sin expectativas y sobre todo a no culpar ni responsabilizar al otro sobre nuestras carencias o debilidades.